29/5/18

Ruta dels Castells Templaris

Ahir vaig fer una bona ruta per aprofitar la setmana que treballe de nit, van acumulant-se molts quilòmetres. Vaig eixir un poc mes tard del previst, tot i això eren les 7'45. Vaig cap al Port i baixe cap a Canals, continue pel Camí de la Torreta cap a Alcudia de Crespins i el seu polígon.
Continue pel Camí d'Anna fins agarrar el Camí d'Enguera a Montesa. Vaig vorer un altre camí asfaltat que puja fins el castell, la pròxima vegada el provaré.

Una foto ràpida i continue pujant per la pista fins arribar al Corral de Campanilla.

Continue baixant per la pista fins arribar al Castell d'Enguera, o la Encomienda.

Ara ve un poc d'investigació.... després d'Enguera hi ha un camí tallat i investigant una alternativa he vist esta senda que no te res a vorer amb el que estava buscant però tenien bona pinta les fotos així que blanc i en botella.... ORXATA!!!!
La veritat es que es una senda tan bonica com senzilla....

També passe per una font, de Lucena.

La senda va pel costat d'un barranquet i està tot molt verd fins arribar a la Casa de Lucena. El track continuava per l'esquerre de la casa però al passar-la vaig vorer que per la dreta continuava la senda. Arribe a Enguera a les 10'15, bona hora per esmorzar. Li pregunte a la cambrera per l'entrepà de la casa i em diu que trie el que vulga del mostrador i eixe es el de la casa jajajajaja. Llonganissa, botifarra i carabassí.... no està gens malament.

Entrepà, cacaus, olives, beguda i café 5€, bon lloc. Després d'esmorzar vaig a investigar una altra cosa abans d'arribar a la zona conflictiva per estar tallada. Esta primera es una zona de bany que li he vist varies vegades a Benito. La Font de Marzo, hi haurà que vindre en estiu.

Reprenc la marxa eixit a la carretera, després d'un parell de quilòmetres arribe a la partida de La Pollissa, on es volia fer l'abocador. En lloc de desviar-me per la senda que està tallada, continue pel camí, creue el Barranc del Clot del Sastre amb una mica de fang i agarre un camí que em porta fins l'altra part del barranc i enllace amb el track de nou. He pegat una xicoteta volta d'uns cinc quilòmetres mes, assumible.
Continue per diferents camins fins arribar a Canals, pare a la gasolinera per comprar un refresc i continue per a pujar el port, amb quasi 50 km es nota la pujada. Baixe per La Gaveta fins arribar al poble a les 13'00 hores just al moment que comencen a caure unes gotes. Directe a la gasolinera per rentar la bici i deixar-la preparada per al dissabte. Just quan entrava a casa ha caigut el diluvi universal.... tarde cinc minuts i em pilla de ple.

27/5/18

Long Travel Enduro Banyeres Xàtiva

Hay que reconocer que el bocairentino sabe cómo ponerle un buen nombre a una ruta, domina como nadie el marketing Bttero, si alguien te pregunta si te apuntas a una Enduro Long Travel, no hay más respuesta que un sí rotundo. El pobre Julio picó también, lástima que una lesión de última hora impidiera completar el grupo.
Esta bendita locura creada por Rafa, supone un recorrido lineal, no circular, de 72 kms que transcurren desde Banyeres a Xàtiva, pasando por todas las sendas y trialeras habidas y por haber, un espectáculo de recorrido. Imposible meter más en menos: Rambla Vinalopó, Cavalls, Arrel, Tarongers, Enginyers, Covalta, Gasolineres, DH Novelté y DH Castell de Xàtiva. Dicen que lo bueno si breve, dos veces bueno pero, no se engañen, cuando algo es muy bueno, cuanto más mejor.
Tras resolver los problemas de logística que plantea una ruta con inicio y final tan separados, a las nueve de la mañana estábamos en el Polideportivo de Banyeres preparados para iniciar la ruta, que no puede comenzar más fácil, bajando hasta la Font de la Coveta, donde se sitúa el nacimiento del rio Vinalopó y paramos a realizar las primeras fotos.

Remontamos por su divertida rambla, algo de pista, e iniciamos la Senda dels Cavalls en busca de la ermita de Santa Bárbara, donde volvimos a obtener recuerdo bajo su famoso árbol.
Pequeño tramo de pista y buscamos la primera trialera del día, de bajada a Bocairent, en esta ocasión visitaríamos la del Arrel, puesto que ya conocíamos la de La Mola y La Sarsa. A Rafa siempre le gusta presentarnos sendas nuevas, es una manía que tiene y bien que se la agradecemos.
Nos calzamos las protes con la Ermita del Santo Cristo allá al fondo, cuidando de que todo nos saliera bien e iniciamos la bajada, se trata de un kilómetro muy divertido por senda estrechita que no es difícil aunque sí tiene un par de pasos más delicados. Lo más característico que tiene es la pendiente, que es mucha y obliga siempre a llevar los frenos bien cogidos para evitar que la bici se desmadre. Tengo que reconocer que me gustó mucho, y eso que las otras dos que ya conocía ponían el listón muy alto.
Ya cuando íbamos terminando, Rafa nos desvía a la izquierda para volver a remontar un tramo, con algún corto pateo de por medio. No sabíamos dónde nos llevaba hasta que llegamos a un enclave maravilloso, dominado por una celestial poza rodeada por la senda que llevamos, el agua no puede ser más cristalina y se alimenta de la Font del Teular, es la Bassa de les Alqueries y tomarse un bocata en aquel lugar supone un aliciente más a la ruta. El lugar es precioso de verdad.

Tras los veinte minutos del disfrutado bocadillo, deshacemos el camino hasta la trialera para retomar el descenso a Bocairent y dirigirnos hacia uno de los platos fuertes del día, el Barranc dels Tarongers, al que llegamos tras un par de fuertes repechones que nos obligan a empujar la bici un poquito puesto que tenemos la sangre acumulada en el estómago, en mi caso por la Nutella.
El Barranc dels Tarongers es un trialerón completísimo y mega-divertido, donde su gran característica son los escalones de piedra natural, muchos, muchísimos, donde hay que llevar un poco de cuidado en no meter la rueda delantera donde no debes, todo salteado con alguna zeta complicada y algún corto repecho de por medio.

Llamar la atención sobre corto tramo donde la venida del agua destrozó la senda y obliga a buscar el trazado original donde, una vez encontrado, retomo la senda mientras miro hacia atrás tratando de advertir a Julio hasta que, de repente, me di un golpetazo en la cabeza tremendo con la rama de un árbol. El pobre casco quedó ligeramente abollado, mi mente mucho más. No afectó a mi grado de tontuna, puesto que ya es máximo.
Una vez fuera, salimos a la carretera para cortísimo tramo de asfalto por el que pasamos junto als Pous Clars para, rápidamente, dejar el asfalto en giro a la derecha que nos mete entre casas de campo y senda para buscar el cementerio de Ontinyent con el fin de iniciar la Senda dels Enginyers, que me hizo gran ilusión por ser una de las más famosas de la zona. Ya había realizado alguna pequeña parte, nada que ver con lo de hoy.
Preciosa senda que transcurre con Ontinyent al fondo, inicialmente de subida y con algún tramo de apretar los dientes, muy bonita siempre, hasta que alcanzas la altura y vas llaneando por la ladera de la montaña. Cinco kilómetros recorrimos nosotros aunque nos comentó Rafa que un poquito más podríamos haber apurado.

Y es que nosotros la dejamos para ascender por pista hasta el Alt del Torrater y el Pla dels Carros después, donde iniciamos corto descenso para volver a buscar la senda ingeniera hasta la llegada a la zona de la Covalta, con nuevas y divertidas sendas que salpimentamos con una “Variante Precipicio”, o sea, senda estrechísima que transita junto a la Séquia del Port, con una considerable caída a la izquierda.
Corto remonte hasta pasar junto a un viejo molino y nueva senda de bajada que nos deja en Atzeneta d’Albaida, donde paramos a comer, son las 13:30, llevamos 36 kms y es imposible hacer más senda, el asfalto y la pista apenas los hemos tocado. Se diría que le dan alergia a Rafa.
Reparador plato combinado, regado con aquarius de sabores, incluso de cebada, en el que comentamos lo bien que lo estamos pasando y el mérito de enlazar tantas y tantas sendas. Tras una hora y veinte minutos de divertido descanso, retomamos la segunda mitad de la ruta, queda lo más cañero.

Los doce kilómetros siguientes sirven para enlazar Atzeneta d’Albaida con l’Ollería, que transcurren entre carreteras vecinales y pistas, donde lo más destacado es el cruce del Riu Clarià, que hacemos a pelo, sin puentes. Menos mal que Rafa ya había estado reconociendo el terreno y había encontrado un vado medianamente ciclable. Las cámaras estaban allí apostadas por si alguien decidía darse un chapuzón, salieron desilusionadas.

Bordeamos l’Ollería por su izquierda, enlazando nuevas sendas hasta La Gaveta, un clásico del lugar, senda muy entretenida y que recuerda a la que transcurre a los pies del Ponoig. Salimos a pista, justo donde finaliza la trialera dels Caçadors, de fantásticos recuerdos, e iniciamos el ascenso hacia la Creu de Bocairent, a la que no llegamos puesto que nuestro objetivo estaba un poquito antes: la trialera de les Gasolineres.
Se trata de una trialera que solo había hecho en una ocasión, nueve años atrás, dejándonos un fantástico recuerdo. Habíamos comentado con Rafa la posibilidad de volver aunque siempre nos indicaba que había sido pasto de las motos. Y así sigue.

Nosotros la iniciamos con muchas ganas hasta que rápidamente llegamos al paso más delicado de la bajada, un gran escalón que dejé estar. Probablemente podría pasar de haberle tirado pero no era el día. Estas cosas las ves rápido.
A partir de ahí, la senda coge mucha pendiente y se pone peliaguda, está suelta y tiene una serie de curvas cerradas que requieren de mucho cuidado y concentración. Es lenta pero me encantó. Comencé a divertirme mucho, muchísimo. Esta primera parte dura unos 500 metros.
Después comienza a acentuarse el paso de las motos, han formado un par de regueros más profundos que impiden pasar y se acumulan las piedras sueltas, todas de buen tamaño, que van rompiendo el ritmo ya que, además, comienza a acumularse el cansancio en los brazos puesto que la pendiente siempre es muy fuerte y la trialera obliga a muchísima concentración. Esta segunda parte se disfruta menos y a Julio no se le vio nada cómodo, no sé si Rafa repetirá….a mí sí me gustaría, cabezón que es uno.
Corto tramo de asfalto para buscar el Barranc dels Cinc Germans, observando a nuestras espaldas la enoooorme pendiente de la trialera de les Gasolineres y, tras pasar el entretenido barranco, nos dirigimos al próximo objetivo del día, el DH de Novetlé.
Pero para ello hay que ir remontando, primero por asfalto, el último kilómetro por pista hasta la entrada, donde encontramos a un biker que nos advierte de lo complicado de la bajada. Con más ilusión la iniciamos.
Pero el biker tenía razón, el comienzo es de armas tomar, un DH en toda regla, con multitud de roca y un doble escalón tremendo que no intenté por ver con claridad que el plato no pasaba el segundo. No lo vieron así Rafa y Julio, este último incluso con monoplato, ambos pasaron pero dejaron un poquito de metal en la piedra, con unos pasos más abrirán surco. Lástima no haber podido realizar foto, el lugar valía mucho la pena.

Pequeño pateo ante la imposibilidad de montar hasta llegar a zona más civilizada, tampoco tanto, en la que retomamos la marcha a dos ruedas pero siempre atentos porque el terreno no es nada fácil, teniendo que bajar en dos curvas muy complicadas. El DH lo finalizamos en la senda del cementerio de Novetlé, la senda de Marcos para “Los Mataos”, que disfrutamos muchísimo hasta la llegada a Xátiva, donde ya se intuye el fin de la ruta.
Remonte por asfalto hacia el castillo, evitando las escaleras puesto que Rafa va muy agotado y Julio mucho más, por mucho que quisiera disimular. No llegamos al castillo sino que a la altura de la Cova dels Lleons, paramos para iniciar el DH del Castillo, divertidísimo enlace de tramos de escaleras, alguno de las cuales tiene unos peldaños con una profundidad que asusta. Los bajamos todos salvo dos escalones que parecían socavones. Necesitan paracaídas.

De nuevo en la carretera, remontamos hasta la ermita y nos volvemos a dejar caer hacia Xàtiva, completando por senda el final de la ruta hasta la llegada a la Font dels 25 Dolls, cuya agua nos supo como nunca y puso el punto final a una épica ruta de casi 72 kms, 1.615 metros de desnivel positivo acumulado….y más de 2.000 de bajada.
Son las 18:25 de la tarde, han sido nueve horas y media de ruta inolvidable, de una bendita locura que la mente bocairentina decidió crear en algún momento de euforia, sin duda excesiva. En alguno de esos fantásticos momentos que hacen grande el MTB.




21/5/18

Fredes - Portell de l'Infern

Fue gracias a Chemari que, como siempre, contó conmigo a la hora de organizar la visita a tan fantástico paraíso natural en la que acudía como anfitrión Jordi Climent, el padre de la criatura, que ha ido puliendo la ruta año tras año hasta dejarla difícilmente mejorable, apenas puedo imaginar mejor recorrido.
Dada la distancia a recorrer, tuvimos que organizar la salida para el viernes por la tarde, con el objetivo de hacer noche en el camping de Molí l’Abad, de donde saldríamos al día siguiente. Viaje tranquilo por carretera con Chemari y Esther salvo por un navegador juguetón que nos metió por un laberinto de caminos vecinales entre Canet lo Roig y La Senia que ríete tú del que escondía al Minotauro. De haberse estropeado el aparatejo, estaríamos engrosando la lista del Lobatón y, al menos, habríamos salido por la tele. Dejaré tiempo a los más jóvenes para que busquen Lobatón en Google, que uno ya va teniendo una edad y mis chistes todavía más….
Ya en el camping, nos recibe el resto de la tropa, los Jordi’s alcoyanos que, al igual que los catalanes, también están para encerrarlos aunque por motivos muy distintos……filldeputeeeees… Gran alegría saludar, al fin, a Gabi, de “3enruta.com”, gracias al cual he disfrutado de fantásticas rutas compartidas en su web. Buen tipo aunque con una bici algo malvada. Al día siguiente llegaría Rafa Tipotane, para completar el grupo.

Noche y cena divertidísima en la cabaña, en la que todo lo que pasó fue culpa del que faltaba y a descansar hasta el día siguiente, en litera precaria cuyo movimiento evocaba al sueño de los marineros colgados de una hamaca en los galeones de la edad de oro española. El efecto mecedora ayudó al sueño reparador aunque no estaría de más reforzar esos hierros.
Tranquilo desayuno al día siguiente, llegada del “culpable” de todo, y a las 8:30 estábamos todos listos para iniciar la ruta, sabiendo que nos esperaba un recorrido duro pero de esos que no se olvidan.
Salimos del camping y tranquilamente ascendemos por carretera hasta el pantano de Ulldecona, donde nos llevamos la sorpresa desagradable del día, apenas tiene agua, está muy, muy seco. Imagen terrible comprobar, allá abajo, la antigua carretera y puente por los que transitaban los vehículos hace muchos años. Con lo verde que está todo y lo seco que está en embalse. Una pena.

Nosotros seguimos la pista que lo bordea por su margen izquierda, en un suave ascenso que se lleva muy bien, internándonos por el barranc de la Fou, por el que transcurre de forma paralela el cauce de un torrente que tampoco trae agua, una lástima. Aun así, todo se ve muy verde y bonito, vas disfrutando del lugar mientras las fotos caen una tras otra.

Por cierto, llamar la atención sobre la habilidad de Gabi a la hora de fotear en marcha, desenfunda y dispara más rápido que Wyatt Earp en O.K. Corral. Se dudaba en el grupo si tendría algún tipo de artilugio bajo la manga que hiciera aparecer la cámara en su mano en tan corto espacio de tiempo, como los tahúres de los westerns con el as de picas.
Yo tengo otra teoría: apuesto a que le sale de forma natural, como las telarañas a Spiderman. Seguro que un carrete radiactivo le picó cuando era pequeño y así se quedó. Les repito que no estoy loco, mi madre me hizo las pruebas.
Los kilómetros siguen transcurriendo y, ahora sí, la pendiente se pone generosa, enganchando el piñón grande que, sin duda, fue el que más trabajó durante todo el día. Tómense la ruta con mucha tranquilidad, de otro modo reventarán pronto.
Eso le parecía estar pasando a más de un biker que fuimos alcanzando, uno de los cuales llevaba una bici salida de la época de Tomac, Juarez, Frischknecht…. a saber, neumáticos de 1.90, cuernos retorcidos, pedales con reflectores, V-brake….y, como no, pateancia. El pobre miraba con deseo nuestras máquinas mientras observaba la suya con desdén. Ya lo dijeron después, la vida es muy corta para ir con bicis de mierda. La frase no parece políticamente correcta pero es una verdad como un templo. Seguro que si se engancha a esto, cambiará pronto. Los inicios siempre son duros.
Pasamos una barrera y seguimos por la pista, haciendo la subida más llevadera puesto que me explica Jordi Climent que a nuestra derecha sale una senda con buen porteo en su inicio y que va a la Font del Retaule. Ya la visitaremos en ocasión más propicia.
A partir de aquí, la vegetación cambia de forma importante, algún entendedor les podrá explicar el tipo de árbol que allí predomina pero lo cierto es que el verdor se vuelve increíblemente intenso a medida que los árboles de hoja caduca sustituyen a las coníferas. Tramo bonito de verdad, rodeado entre montañas cuyos picos rocosos recuerdan a películas tipo “Avatar” y el paisaje a “El Señor de los Anillos”, pensábamos que encontraríamos a un hobbit tras cualquier recodo, recostado y fumando en pipa.
En una curva a la derecha, el grupo se interna por un callejón sin salida….¿Dónde vamos?...mira a tu derecha….todavía sigo sacando moscas de mi boca. Estamos ante el Faig Pare, portentoso árbol con más de 250 años de vida, cuyas raíces son mayores que muchos de los troncos que habitualmente vemos. Les juro que pensé que nos saldría Gandalf en algún momento.

Tras echarnos las fotos y reiniciar, quedé un poquito esperando a ver si aparecía. No hubo suerte, estaría luchando contra los orcos en pos del triunfo de la justicia. En el Congreso de los Diputados tendría trabajo para una buena temporada.
Retomamos el ascenso por la pista con tranquilidad, ya llevamos 19 kms desde el camping, hasta que, por fin, llegamos al Mas del Pataqués, donde paramos a almorzar en uno de los parajes más bonitos y relajados que puedas encontrar. Estamos teniendo mucha suerte y la lluvia anunciada ha decidido quedarse en casa.
Tras el relajado reposo, aprovechado por Esther para dar una cabezadita y por Rafa para zamparse una cervecita, retomamos la ruta porque lo más duro está por venir y eso que no hemos dejado de subir en los 21 kms que llevamos.

Dejamos la pista para internarnos por senda, en la cual el terreno deja de ser fácilmente ciclable para empezar a encontrar piedra suelta y algún que otro escalón, vamos, que empieza lo bueno, sobre todo cuando en giro a la izquierda en pino-rotonda, la senda se pone vertical de verdad. Ahora sí que me gusta a mí.
Subida corta pero muy potente que no completé por exceso de tráfico aunque no menos potente fue la bajada posterior que, tras un inicio factible, se ponía “marinera” en boca del mestre…..me explicaron que eso se traduce en un “jodido de la muerte”, que pude comprobar al ver al Kawa pasar a pata y yo casi a culás.
Tras estos diez metros tremendos, la senda sigue con pendiente muy potente y algo suelta pero posible si le tienes ganas, así que probé….y comencé a reír….el tramo es complicadillo pero mega-disfrutón, lástima de la cadena que no lo vio tan claro y trató de escapar saltando de la bici. Menos mal que los eslabones no se soltaron, pudimos colocarla de nuevo y tranquilizarla con un par de palmaditas. No volvió a intentar el suicidio en todo el día.
Tras estos potentes tramos, llegamos al Mas del Frare, donde reagrupamos y nos explican que nos encaminamos al GR-7, donde la cosa se pondrá picante de verdad.

Y vaya si se puso, pero para bien, en mi caso y en el de Gabi, a los que nos encantan las subidas chungas y técnicas. Disfrutamos como enanos tirándole a todo y pasando buena parte de los pasos, siendo irremediable realizar algún porteo pero siempre corto. Lo pasamos en grande animándonos el uno al otro. Qué máquina eres, Gabi !!!
Resaltar una parada a media senda que nos sirvió para comprobar las fabulosas vistas que teníamos del otro lado de la cresta, sobre la cual realizamos fotos sin cesar. Precioso lugar que aproveché para sentarme en el borde y disfrutar del paisaje. Espero mi mujer no vea nunca la foto resultante.
Salimos a pista que rápidamente abandonamos a la izquierda para volver a coger el GR-7, en potente subida pero factible a la que tengas un pelín de suerte con el grip. A partir de ahí, la senda se convierte en un constante sube y baja, muy divertido y, sobre todo, bonito por el paraje por el que transcurre. En los Pirineos no encuentras sendas mejores. Vayan y llámenme mentiroso después, les devuelvo el dinero si no quedan satisfechos.
Salida a pista y nos dirigimos al Refugi de la Font Ferrera, donde fuimos todos ciegos a coger aguas, coca-colas y aquarius. Tanta fue la necesidad del personal que acabamos con las existencias del local. La pobre mujer no sabía ni qué darnos. Encontré bueno el Powerade del tiempo.

Mientras reponíamos líquidos en el exterior, echábamos cálculos puesto que llevábamos 32 kilómetros y todavía nos quedaban 5.5 hasta Fredes, todo por senda, por lo que se cumplían los pronósticos. No llegaríamos antes de las 15:00. Me explican los alcoyanos que esta ruta no se mide en kilómetros sino en tiempo. Pase lo que pase, nunca se llega antes de las tres al bar. No les faltaba razón.
En esas que el dueño del refugio nos acompaña fuera, mira el tiempo y dice, no tardéis que os vais a mojar. Mucha razón tenía, no tardó ni diez minutos en empezar. Contrátenlo para la AEMET, poco se pierde con probar, mejorar el porcentaje de aciertos no parece complicado.
Afortunadamente, la ruta sigue por una fantástica senda con un cortísimo tramo de porteo en su inicio, unos potentes repechones después y un divertido descenso hasta pista, donde ya comenzábamos a notar la humedad en el terreno, había alguna piedra y raíz que deslizaban.
Y, cómo no, abandonamos inmediatamente la pista para coger nueva senda ascendente y con puntos técnicos que obligan al porteo por la humedad de la piedra. En seco se podrían subir. Llueve muy poquito, apenas un chispeo pero la piedra ya está mojada. A Kawa le sobra el chubasquero, fue el único que se lo puso. Es un hombre que pone la seguridad por encima de todo, se lo exige su profesión.
Termina la subida y se produce la llegada a Fredes por una bajada chulísima y divertidísima, con un punto técnico muy chulo y la emoción añadida de la humedad de la piedra, excusa perfecta de Esther para intento de atropello al que escribe que, por lo visto, no debió sacarla lo suficientemente guapa en la ruta de la semana pasada. Espero haber mejorado en la presente o la próxima vez le tiro la foto con teleobjetivo.
Llegamos al bar a las 15:15, no fallaron los alcoyanos con el pronóstico. Si todos los caminos llevan a Roma, todas las rutas llegan a Fredes a las tres.
Buena comilona nos recibió en el bar, donde el ternasco de cordero estaba como para recuperar a un muerto. Menuda jartá de pan me comí rebañando el plato, casi le quito el esmalte a la porcelana de tanto mojar. Lo hice por ahorrar el lavavajillas, con su agua y jabón, ecológico que es uno.


Hora y tres cuartos después abandonábamos el lugar con la panza bien llena y satisfecha, de lo cual nos acordaríamos bien pronto puesto que retomamos la ruta cuesta arriba. La subida no es muy larga pero sí empinada y con algún tramo pedrolenco y técnico pasada la Font del Teix. Afortunadamente, ha salido el sol y la piedra se ha secado.
Y por fin llegamos a las puertas del Portell de l’Infern, la afamada y diabólica trialera, la reina de la Tinença de Benifassà, que encontramos en condiciones inmejorables. Calzamos protes y comenzamos.
Tramo divertido y técnico en su inicio, con mucha piedra y curvas que van haciendo las delicias de todos. Debemos llevar atención a las hileras de piedras que se han colocado para desviar el agua y la erosión que causa. Obliga a reducir la velocidad, haciendo más seguro el descenso.
Paramos a reagrupar en el Mas del Pitxón, donde las vistas son tremendas y espectaculares puesto que dominan todo el valle. Jordi Climent nos señala por dónde transcurre la senda. Queda lo mejor, apenas acabamos de empezar. Menuda contradicción de frase.
Reagrupamos y seguimos con lecho muy rocoso, todavía medianamente rápido hasta que la trialera se encajona entre las peñas, se vuelve increíblemente bonita y encontramos un tramo de zetas chulísimo que fui pasando bastante bien excepto una.
Mientras los demás siguen adelante, paro en un cruce a esperar a Chema, Esther y al bocairentino, con los que retomamos recto hasta encontrar al resto esperando un pelín más adelante, entendiendo inmediatamente el motivo de la parada. Difícilmente encontraré un lugar más bonito, estamos en “Las Catedrales”.

De verdad, no se pueden imaginar lo bonito que es aquello, acabas mareado de tanto dar vueltas, mirando de un sitio a otro sin saber con qué quedarte. No hagan caso a las fotos, ni por asomo demuestran la belleza del lugar, vayan y disfrútenlo, jamás se arrepentirán.
Tras quedar un buen rato alucinando en aquel punto, había que retomar la ruta y, tras un corto tramo técnico, nos internamos en bosque y sendero divertido pero de tierra, hemos dejado atrás el lecho rocoso, de momento. Cogemos velocidad y rápidamente la perdemos en dos zetas muy seguidas y cerradísimas, de difícil ciclabilidad, sobre todo cuando te encuentras una hilera de piedras a la salida de la segunda, ya sin velocidad. Kawa decidió echarse a dormir sobre ellas, fue solo una cabezadita.
Reagrupamos y volvemos a salir, esta vez con Chema delante de mí. Nos internamos de nuevo en las piedras, el terreno técnico por el que disfruto como un enano aunque no tanto como Chema, al que se le ve pasarlo en grande con su nueva bici. Es increíble la transformación que ha tenido, va que se las pela, lleno de confianza y entusiasmo. El tramo lo merece.
Tan engorilados vamos que no para nadie hasta fuerte curva a la derecha en la que se nos vuelve a abrir el valle frente a nosotros, lugar en el que reagrupamos y aprovechamos para echar alguna foto. La bajada es espectacular, de las grandes, grandes.

Y nos quedaba el último tramo, también pedrolenco y divertidísimo, fantástico, estamos todos con un subidón impresionante que nos desborda al llegar al final y comenzar todos a chocar las manos y abrazarnos. Han sido unos cinco kilómetros maravillosos, larga vida al Portell de l’Infern, qué razón tenías Octavio.
Con este impresionante subidón solo nos queda un tranquilo retorno al camping, todo cuesta abajo, por pista y carretera, con las caras llenas de felicidad y una euforia desbordante. A las siete de la tarde llegábamos al final tras casi cincuenta kilómetros y 1.650 metros de desnivel acumulado. Ruta dura y técnica a partir del Mas de Pataqués pero con unos paisajes que realmente valen la pena y un bajadón final de época.
Si el mundo musulmán organiza una visita anual a La Meca y obliga a ir, al menos, una vez en la vida a visitarla, no menos obligación debería sentir un biker en cuanto a ciclar por Fredes. Vayan y quedarán atrapados. Y recuerden, si no quedan satisfechos les devuelvo el dinero.

13/5/18

La Nucia

Hui érem un grup molt nombrós el que equival a dir on anem a esmorzar, La Nucia. La ruta mare del grup jajajajajaja
Pugem el port d'Albaida per Atzeneta i ens desviem per l'autovia dels semàfors.... tot un clàssic. Continuem cap a Benilloba, Benassau, Confrides i abans d'arribar a Guadalest ens desviem cap a La Nucia.

Un dels entrepans clàssics, el Serranito.

Després d'esmorzar ha vingut la desperdigà mare. La majoria del grup se'n ha tornat pel mateix camí que havíem vingut i només quatre "valents" em tornat pel lloc de costum. Cap a Callosa, Tàrbena i Castell de Castells. Allí hem decidit anar cap a Agres. Així que direcció Benimarfull, Agres, Alfafara i cap a casa. La segona part de la ruta al ser menys gent ha sigut mes ràpida perquè no hem anat parant tant. El mapa de la ruta.

12/5/18

Volta a l'Embassament de Bellús

Anit vaig treballar i este matí quan m'he despertat he eixit en la bici, encara no eren les 11'00 quan he començat a pedalejar.
Vaig per l'Assagador de Bellús cap al poble, una vegada allí agarre el Camí Vell i vaig cap a l'Embassament on "comença la volta" tot i que ja porte 9 km.

Foto a un costat de les comportes.

Continue cap a l'Aerodrom de Guadasèquies per arribar al poble. Faig un tros de carretera fins arribar a Sempere on agarre el Camí de la Sèquia cap a Benissuera i Alfarrasí. Faig el tros de carretera antiga dels ponts i agarre el Camí de Colata i el polígon fins agarrar el Camí Reial de Gandia fins el Refugi Antiaeri de Misena. Allí agarre el Camí de Misena per a creuar el Barranc de Rafalgani i el Camí de València on creue per primera vegada la via del tren.

Continue cap al Mas d'Elies i torne a creuar la via fins agarrar l'antiga carretera per a creuar el Barranc de Forcall. Continue per la carretera nova per a creuar el Barranc de Torrella i de seguida em desvie pel Camí del Pas del Forcall per arribar a Benigànim. Encara es prompte, son les 13'15 però pare per a dinar.


Una vegada he dinat, torne arrere per agarrar el Camí de l'Olleria i arribar a l'altre costat de les comportes de l'Embassament. Si hi haguera mes aigua no podria fer-me la foto on estic.

Continue per eixir a la carretera i arribar al Camí Vell on havia començat la "Volta a l'Embassament". Pegar-li la volta son uns 30 km, tot i que ara en porte 42. Continue per l'Assagador de Bellús cap al poble on he arribat amb un poc mes de 50 km. El mapa de la ruta.

9/5/18

Mes rodaoreta

Acostume a eixir en la bici el dilluns de matí que treballe de nit, esta setmana no vaig poder i he aprofitat hui per a pegar una volta curta i tranquil·la. Vaig cap a El Salido i Bellús, continue pel Camí Vell cap a l'Embassament de Bellús. A la foto no ixen però hi havia molta gent pescant.

Continue per l'Aerodrom cap a Guadassèquies. Continue per la carretera fins a Sempere i allí agarre el Camí de la Sèquia cap a Benissuera i Alfarrasí. Allí he anat per la part baixa del poble i he "descobert" un àrea recreativa a la vora del riu. L'aigua està clara i es veuen els peixos.

També hi ha una font, bo es saber-ho. Tot i que el lloc on està.... preferisc agarrar aigua del poble.

Continue per la via de servei cap amunt fins al Camí de la Foia de Candel i arribar al poble amb 28 km i poc mes de dos hores.

6/5/18

Una rodaoreta

Hui volia matinar per eixir prompte en la bici i estar a casa cap a les 10'15. Però al final he eixit un poc mes tard del previst, eren les 7'50.
Baixe per l'Ecoparc cap al carril bici i per Montaverner agarre el Camí Reial de Gandia. Em desvie per a creuar el Riu Albaida i anar cap al Circuit d'Albaida. Continue cap a l'Estació del Tren i puge pel Camí d'Atzeneta cap al poble.

Continue cap al Naixement del Port. Volia investigar una senda per si quan tenim que fer la LTEBX Carlos vol fer la "Variant Precipici". estava jo per allí pensant que tenia que anar en molt de cuidado perquè si em pegue un bac per ací no em troben perquè no passa ningú quan.... m'he trobat amb dos ciclistes mes investigant la mateixa senda però en sentit contrari.

Després de les salutacions i explicacions de tots pegue mitja volta i els acompanye. Tornem per la vora de la Sèquia fins la Senda del Molí de Dalt i pugem cap a Atzeneta. Els acompanye fins la carretera de Carrícola que volien esmorzar allí i torne cap a casa per on he vingut. El Camí d'Atzeneta cap a l'estació de Tren i pel Circuit cap al Riu Albaida i el Camí Reial de Gandia.
Una vegada a Montaverner altra volta cap amunt per la via de servei fins l'Ecoparc i arribar a casa passades les 10'30 i amb quasi 40 km.

5/5/18

Requena

Ahir vam quedar Juanvi i jo per a fer una volta amb la moto. Anirem a un bon lloc a esmorzar li vaig dir. Quedem a les 8 i anem a fer-se un cafenet. Agarrem l'autovia cap a Almansa i ens desviem cap a Ayora. Fins ací tot recte i una vegada passat el poble comença la part bona de la ruta.
Quan arribem a Jarafuel ens trobem una prova ciclista, estem una estona parats i després anem en caravana darrere dels ciclistes fins a Jalance. Ells han entrat dins del poble i nosaltres continuem cap a Cofrents. Pugem el Port de la Xirrixana i arribant a Requena comencen a caure unes gotes i quan parem al bar pareix que plou de deberes. Juanvi diu que estava gelat i s'ha posat prop de les brases.

Als cinc minuts d'estar al bar para de ploure, mentre ens trauen el típic esmorzar del bar. Un Mix.

Quan eixim baix de les motos no està ni banyat. Ens encaminem cap a Chera amb el piso sec. Està xula la baixada cap al Reatillo. Passem Chera i ens encaminem cap a Sot de Chera per una carretera estreta però amb molt bones vistes de l'Embassament de Buseo. Una vegada a Sot de Chera queda pujar el port i baixar-lo cap a l'altre costat. Prop de Chulilla estan en obres a la carretera, quan estiga asfaltada quedarà molt xulo. Continuem cap a Bugarra, Pedralba i Cheste on parem a una gasolinera per a repostar i fer-se algo fresc, està començant a fer calor.
Continuem cap a Godelleta, Montroi, Carlet i l'Alcudia on agarrem l'autovia i en pujar el Port de Càrcer entrem a Xàtiva i parem a la gasolinera de la plaça de bous, fa una calor que "te torras" 29ºC. Continuem per la Serra Grossa cap a Guadassèquies on parem per a fer-se un refresc i continuem per arribar a casa abans de les 14'00.
El mapa de la ruta.



3/5/18

Quintana Vintage

Esta vesprada he eixit a pegar una volta. Algo propet i sense calfar-me el cap.... una Quintana. Però quan he eixit m'ha vingut al cap.... vaig a fer-le "Vintage", com es feia abans de que veiera la llum i em pasara al "lado oscuro". Es a dir.... abans de que començara a llevar-li asfalt i posar-li sendes.

Baixe el port i per la via de servei agarre el Camí de Bolvens, continue cap a la Lloma de Goçalvo i baixe la sendeta. Una vegada baix, en conter de clavar-me per dins del Barranc de la Caturla, puge pels bancals de tarongers. Feia tant de temps que no passava per ací que m'he enganyat. Que farà???? 10 anys?? Baixe per l'altre costat dels bancals i osti!!!! ara que??

Menys mal que al costat hi ha havia una sendeta i he pogut passar a l'altre costat de la tanca. La baixada encara es veu, però no pareix que passe molta gent per ací.

El tram final encara està xulo.

Però després ja no es pot passar.

M'ha tocat carregar-me la bici al llom per a poder eixir de ahí, ja fa moooooooolt de temps que no passa ningú per ahí. El que no he provat es si per dins del barranc arribe a la font jajajajaja.
Una vegada a la Quintana pare a menjar una barreta i pegar un glop d'aigua, no he agarrat res. Continue cap a la Casa de Quadrado i pel Merendero de Pedro cap a la Senda de la Cova Negra. Amb la boca tancada per a no arribar a casa sopat arribe a Bellús i cap al Camí de la Garrofera i arribar a casa amb 32 km justets. El perfil de la ruta.