La setmana passada vaig estar amb els Mataos. Copie i pegue la crónica de Carlos.
Qué
calaos nos tiene, Rafa !!! Cómo nos conoce ya, no en vano son casi diez
años compartiendo rutas con “Los Mataos” y sabe perfectamente que se
nos conquista por las sendas pero, sobre todo, por el estómago. Hoy el
de Bocairent salió a hombros y por la puerta grande, menos mal que pesa
poco.
Y es que tras ayudarnos la semana pasada a devorar el conill espatarrat
de Gaianes, en la presente nos invitaba a ruta por Aielo de Rugat, justo
por la zona donde rodamos siete días antes; así es fácil de explicar la
expectación con que veníamos y las ganas de mejorar nuestra, ya de por
sí, fantástica ruta. Gracias al día de hoy, la versión 3.0 de L’Orxa is
coming…
Cuatro Mataos (José Manuel, Luís, Elías y yo) junto a Rafa y Vicent de
Carcaixent nos plantamos en el punto de salida casi a la hora convenida,
donde realizamos los saludos iniciales y la primera reparación del día,
afortunadamente la última, puesto que el neumático delantero de Vicent
estaba más vacío que el cerebro de un tronista y no cogía aire. Tenía la
válvula más embozada que el conducto seminal de un casado.
Aprovechó Rafa la reparación para organizar la comida en el bar,
ofreciendo torrà o arroz. Nos decantamos claramente por la primera
opción hasta que nos recordó que era arroz al horno. Fue mentarlo y
escogerlo con el mismo entusiasmo con el que cogemos lápices gratis del
Ikea. Tengo tantos en casa que podría hacer un mueble con ellos y
fastidiar una venta a los suecos. Deben revisar su estrategia.
Nos pusimos en marcha, atravesando la localidad y poniendo rumbo al
conocido Camí de les Revoltes, tres kilómetros de tendida ascensión cuya
dureza baja mucho cuando se trata de la primera subida del día y a la
fresca, aunque fuéramos con muscular Rafa y yo. Hoy la Megatower venía
con ganas y quedó saciada.
Subida amena y disfrutada por las tremendas vistas del valle que tienes a
tu izquierda, algo menos en el caso de Luís, que notó fresquito en las
manos y cayó en la cuenta de que se había dejado los guantes en el
coche. Volvió a todo trapo mientras nosotros seguíamos con la ascensión.
Por el calentón que cogió intuyo que no le volverá a pasar.
Llegada al Refugi de La Planissa, del cual salen dos buenas sendas que
Rafa no tardará en investigar, en Google Earth están clarísimas,
adelantándose la mayoría hasta la Casa del Collado para ir preparándose
para la bajada mientras yo me quedaba con mi cuchi-cuchi para esperar a
Luís, que llegó en un santiamén y acalorado como si hubiera visto a
Michelle Bundchen como Dios la trajo al mundo. El calentón le marcó toda
la ruta y es comprensible, anda que no esta buena.
Nos lanzamos hacia la Casa del Collado y salieron las protes a relucir
para realizar la famosa trialera que nos lleva por el Castell de Rugat y
de la que tanto había oído hablar, siempre rivalizando con la del
Assagador de la Cova. Pues tengo que admitir que es un señor trialerón,
más cañero que el del Assagador pero menos divertido. Para gustos, los
helados.
Comienza la senda con escasa dificultad pero muy, muy bonita, con un
verde increíble y una vegetación que te recuerda a otros lugares puesto
que había helechos y solo faltaban los velociraptors para verte
trasladado a una localización de película. Por eso prefiero la realidad.
Primera parte disfrutadísima y que termina con corto desvío para
realizar el ascenso al Castell de Rugat que, pese al empujing inicial,
se puede hacer en bici durante un buen tramo, casi hasta el final.
Vicent y yo subimos con las bicis para bajar por ese precioso sendero.
El resto con el coche de San Fernando, un ratito a pie y otro caminando.
Fantásticas vistas desde lo alto del Castell, que disfrutamos sacando
fotos a mogollón y visitando las ruinas del castillo antes de emprender
el retorno a la trialera por una senda muy chula con un par de pasos
complicados, el primero al entrar tras curva muy cerrada a la derecha
seguida de doble escalón; el segundo porque no cabías salvo que fueras
una talla “S”.
Volvimos a la bajada inicial y me coloqué en cabeza junto a Vicent,
comenzando el verdadero espectáculo de la bajada porque, de repente,
todo cambió y de ser una senda de tierra preciosa, con poca dificultad,
se convierte en Mr. Hyde, una trialera muy rocosa y repleta de escalones
en la que había que ir buscando continuamente la trazada para poder
seguir sin echar pie a tierra, espectacular.
Divertidísima bajada con punto culminante al atravesar el fondo del
Barranc del Castell, que venía con agua y, sobre todo, el tramo final
hasta la salida al Camí del Barandano, donde pasamos una serie de losas
con dos o tres escalones dignos de mención. Chulísimos.
Nuevo cruce de agua en el Barranc de la Font y salida al Camí del
Barandano, con la impresión de haber realizado un auténtico bajadón de
enduro del bueno. Si no te gusta tanta matraca, siempre te quedará el
Assagador de la Cova, divertidísimo como pocos.
Tocaba ahora remontar, con suavidad primero, brutalidad después, al
coger la senda del Cantalar y dejarte fino tras rampa criminal que
igualó a la totalidad del grupo, musculares y eléctricos. Todos echamos
pie a tierra.
Disfruté mucho de la senda, ya saben, me ponen verraco este tipo de
subidas, hasta volver a coger pista y solo soltarla en un último tramo
trialero con mucha piedra suelta que nos dejó en la carretera que sube a
Beniarrés.
Llegan ahora casi cuatro kilómetros de ascensión por asfalto a los que
hay que añadir cuatro más por el Camí del Corral de Poldo, por lo que
echen cuentas si vieron Barrio Sésamo, hasta un colaborador de “Sálvame”
puede hacerlo puesto que la respuesta está en los dedos de las dos
manos. Los desniveles son llevaderos en todo momento, todo es muy
ciclable.
Algo debimos sospechar cuando, a la entrada a la trialera del Corral de
Poldo, vimos que Rafa se había quedado con Luís mucho más abajo,
gritándonos que por ahí no, que esa primera parte estaba muy cerrada y
técnica. Era donde antiguamente se anunciaba la senda con la coletilla
de “solo para bikers expertos”.
Elías y José Manuel no se lo pensaron dos veces y huyeron como un
funcionario del trabajo, puesto que no querían arriesgar el arroz al
horno por una caída, quedando los más frikys para comenzar por allí. Ya
saben, Vicent y yo.
Y, la verdad, todo comenzó bastante bien, con los arañazos típicos de
las sendas muy cerradas porque ha dejado de pasar gente, pero haciéndolo
todo sobre la bici, incluso un par de curvas complicadas.
Me gustó bastante este inicio hasta que llegaron los regueros, muy
profundos en algún caso, de esos en los que echabas un piedra y no
escuchabas el “plof” del final, además de muy estrechos, grandes
rompedores de discos y cambios traseros. Dicen las malas lenguas que fue
SRAM quien degradó la senda y tenía puesto de venta al final de este
primer tramo, teniéndolo que cerrar por falta de stock. Mierda de crisis
de suministros.
Reagrupamos al final de este primer tramo que, no les voy a negar,
probablemente repetiría. Lo sé, estoy muy loco, mejor no me hagan las
pruebas. Retomamos la bajada que, en realidad, tiene alguna tachuela que
me dejó sin aire tratando de seguir a Vicent, que iba en cabeza.
La bajada está muy guapa y es dura, mucho, por la cantidad de piedra
suelta que tiene sobre roca madre repleta de escalones, que te lleva
agarrado a los frenos continuamente, buscando trazadas y recomponiendo
el equilibrio. No te da un segundo de respiro.
Tanto es así que fue inevitable realizar parada a descansar, por
gentileza hacia Rafa primero, Elías después, José Manuel y Luís. Así de
amables fuimos, así de descansados quedamos.
Y nos vino fenomenal pese a que, en realidad, ya quedaba muy poca bajada
por delante, pero es que había un par de pasos la mar de chulos que
superar, principalmente escalones con curva a la izquierda que logré
ciclar para gran satisfacción del que escribe, mal pero lo intenta.
Giro a la derecha para entrar en pista y seguir recto, cerrando el bucle
del Corral de Poldo para ir en busca de nuevo tramo de divertida senda
que nos enlaza con la ruta que solemos hacer “Los Mataos” y justo en el
lugar donde siempre me equivoco. Qué sí, que hay que pasar por delante
de la casa.
Todo ello para ir a la zona del Morquí y desviarnos por la senda de la
Buitrera, desconocida para nosotros y que, desde hoy, pasa a formar
parte de nuestro track de L’Orxa, así de divertida es.
Y es que se trata de una senda que recorre unas larguísimas terrazas de
punta a punta con entretenido curveo de por medio, para pasar de uno a
otro por toboganes chulísimos y siempre por dentro de un bosque.
Sorprendente el gran trabajo realizado allí, repartidor de felicidad
como la Coca-Cola.
Le dimos un poquito de gas pero lástima no conocerla, puesto que las
curvas solían pecar de ser excesivamente cerradas y, por ello, te hacían
perder toda la inercia amen del peligro de hacer un recto en alguna
ocasión.
La senda finaliza cuando sale del bosque, llevando especialmente la
atención en un tramo estrechísimo por vegetación a la izquierda y fuerte
caída a la derecha que intimida un poco, sobre todo si vas primero y
por la incertidumbre de no golpear el manillar en alguna rama dura y
despeñarte.
La senda finaliza junto al Terrer dels Alonsos, justo por donde solemos
ir nosotros, por lo que está especialmente diseñada para añadirla a
nuestra ruta. Qué grande eres, Rafa !!!
Ya solo nos quedaba la vuelta a Aielo de Rugat por el Tossal de
Calabuig, implorándonos Luís por ir cerrando la ruta puesto que se
encontraba cocido de más, llevar peto en verano y en el interior de
Valencia es de ser muy valiente o inconsciente. Hay ciertas protes de
las que se debe prescindir en verano porque cuecen más que enriquecen.
Solo quedaba el cortísimo y divertido ascenso al Tossal para descender
por la técnica trialera, siempre seguido de Vicent, viéndome obligado a
echar un pie a tierra por mal apoyo de la Assegai. Si dicen que
cualquier escribano puede hacer un borrón, yo los hago a borbotones.
Finalizamos en la bonita losa donde las risas salieron a relucir,
haciendo Rafa un “Elías”, así como los albaricoques que Vicent nos
regaló por deferencia del dueño de los árboles. Al menos eso nos dijo
Vicent, al dueño no se le oyó protestar. Igual cuando vuelva…
Último tramo de senda por la derecha, por encima de puente de madera y
corta rampa para enganchar preciosa senda bajo los bufidos de Luís, que
nos quería matar puesto que el pueblo estaba ahí al lado.
Afortunadamente para él, la senda es muy cortita pero lo suficientemente
bonita para realizarla la próxima vez, en nuestra ruta anual.
Por fin llegamos a meta y al bar, previo paso por la fuente del pueblo
donde repusimos líquido pero, sobre todo, sumergimos nuestras cabezas en
sus frescas aguas, puesto que hacía un calorcito la mar de majo,
treinta y muchos grados de majo.
Llegamos con media hora de antelación que aprovechamos para cervecear
con entusiasmo y comentar las bajadas exigentes y divertidas de la ruta,
bastante distintas unas de otras. Completísima la del Castell de Rugat,
con un primer tramo precioso, un segundo de auténtico enduro.
La trialera del Corral de Poldo, muy dura y física, agotadora por la
lucha constante contra el pedroleo, muy interesante al final. La
Buitrera, senda de tierra muy divertida, de constantes arreones por las
cerradas curvas que tiene y el Tossal de Calabuig, muy cortito pero
técnico, terreno muy valenciano. Me encanta.
Más nos encantó la llamada a comer del dueño del bar, saliendo con el
arroz al horno en un perol de barro impresionante cuyo sabor todavía
estaba mejor, siendo devorado a dos carrillos por todo el mundo y como
si no fuéramos a volver a comer en un año. Repetimos todos.
Anonadado dejamos al dueño porque repelamos el perol y solo nos faltó
pan para rebañarlo, confesándonos que suele echar arroz de más porque le
gusta que sobre un poquito. El pobre no conoce a “Los Mataos”, no
dejamos ni las cabezas de las gambas.
Felicitamos al cocinero por la excelente comilona y manteamos al de
Bocairent, tanto por el rutón como por el fin de fiesta posterior,
mientras que la vuelta fue aprovechada para replantear nuestra ruta de
L’Orxa que, presumiblemente, saldrá de Aielo de Rugat la próxima vez.
Comilona is coming.
Viva Rafa Tipotane !!! Mucho más que amigo !!!