14/10/17

Ibi amb els Mataos

Hui de ruta amb els Mataos d'Elx per Ibi.... ací està l'esperada CróniCarlos. 

Divertidísima ruta la de hoy, diseñada por un nuevo amigo de “Los Mataos”, Álvaro, amiguete de José Manuel con el que ya estamos deseando volver a rodar juntos. Me comentó que le llevó varias semanas dar con la ruta perfecta y todos dimos fe que dio en el clavo. Imposible hacerla mejor, los comentarios de satisfacción fueron generales al terminar, un rutonazo y con gran almuerzo, más no se puede pedir.
El otro gran objetivo del día era poner en forma a Rafa, la semana que viene tiene ruta rally con el fin de zamparse un conill espatarrat y, tan buenos amigos como somos, decidí invitarlo para darle otro calentón como el de Sierra Espuña y ponerlo en forma. Seguro que la semana que viene flota por las sendas cual linda mariposita, “Los Mataos” hemos puesto nuestro granito de arena y me lo pienso cobrar, que me reserven otro conill espatarrat !!!
Como joven quinceañero empezó Álvaro, directo al grano, subiendo fuerte desde el primer kilómetro junto al lavadero de Ibi para internarnos por el barranc dels Molins, que lo reconocí de fotos vistas por internet pero que nunca había hecho. Muy bonito, me gustó mucho.

No quedó ahí la cosa porque, tras salir del barraco nos internamos en 1.5 kms de senda ascendente hacia el pou del Barber que dejó a más de uno tiritando. Tiene algún pasito técnico pero es plenamente ciclable, por lo que te obliga a ir dándole con ganas, dejando a más de uno tocado.


El único que andaba silbando y disfrutando como si nada era Domingo, con su recién estrenada eléctrica, una preciosa Focus, al que la subida no le suponía más que un mero falso llano. Qué feliz se le veía !!! El día que Antonio se la compre, el furgón de cola de “Los Mataos” dará un salto estratosférico y amenazará a los que ni por un momento nos hemos visto allí. La espada de Damocles está cada vez más cerca….aguanta, Antonio, aguanta !!!
Tras el exigente ascenso llegó una corta bajada, primero por senda chula con algún escalón, después con fantásticas vistas, para completarlo por pista hasta salir justo frente a la Venta dels Cuernos, estábamos al lado de las sendas de Onil !!!
Pero antes de entrar en ellas, hicimos divertidísima senda por la margen izquierda de la carretera, que Julio y yo conocíamos de nuestra escapada al Biscoy del pasado verano. Senda rápida, sencilla pero con continuos toboganes y curvas que hacen la delicia de todos. Más de uno se animó con un peralte en curva de derechas que quedó debidamente foteado.
Nueva salida a la carretera que lleva a Alcoy, que cruzamos para internarnos, ahora sí, por las sendas de Onil, entrando en terreno ya conocido por nosotros, por el tramo que encontramos lleno de árboles caídos en el invierno pasado y que ha sido totalmente limpiado. El terreno estaba fenomenal, no tanto la tornillería de la bici de Agustín, que quedó con la maneta del cambio colgando. Era un secreto a voces que este hombre tenía algún tornillo flojo pero no pensábamos que fuera de su bicicleta.

Tras arreglar el entuerto con el tesoro de MacGyver, las bridas, proseguimos con la ruta, pisteando junto al prado y la casa donde suele haber cazadores para hacer la cerrada curva de izquierdas y tirar de nuevo hacia arriba, para volver a entrar en las sendas. Álvaro lleva un ritmo vivo, se nota que está en su casa, baja fenomenal.
Seguimos muy entretenidos e iniciamos un nuevo tramo en desvío a la derecha que nos lleva paralelos a la senda tradicional, también divertida, como todo lo de Onil.
Salida a pista que remontamos pero, en lugar de dejar a la izquierda el Mas del Palomaret para bajar escaleras y remontar por el lavadero, seguimos hasta el famoso cruce de cuatro caminos junto a carrasca para iniciar la vuelta por la derecha.
Seguimos pisteando un poquito para iniciar conocido ascenso a la izquierda, por pista que acaba convirtiéndose en dura senda con famosa y complicada curva de izquierda y final entre dos piedras grandes que han dejado mella en más de un pedal.
Tras descansar un poco para que alguno recobrara el resuello, comienza al fin el descenso pero, en lugar de hacerlo por la pista empinada y rota de siempre, nos lleva Álvaro por senda a la derecha, estrechita y mucho más divertida que acaba saliendo al mismo sitio pero por terreno infinitamente más bonito. Este desvío queda apuntado para siempre, no sería el único.
De nuevo en la pista, cogemos rápidamente desvío a la derecha para buscar la Senda Perfecta, conocida por nosotros y esta vez limpia, tras la caída de árboles del invierno. La senda es muy divertida y rápida, con un corto tramo inicial roto, conocido como “Rompecascos”, nombre con el que sobran explicaciones, para luego iniciar un fuerte curveo, con algún tobogán divertidísimo. Me insiste Álvaro en que pase delante, aprovecho para pisarle y soltar carbonilla, un disfrute total. La cara de los demás al llegar daba fe que la diversión era generalizada.
Seguimos la senda, ya por la parte más plana, con repechón final, que te lleva a la pista del barranc de Monvari, que remontamos para volver a iniciar subida por senda a la derecha, justo en sentido contrario a como lo hacemos “Los Mataos”, para bajar por donde solemos subir. La bajada me encantó, sin dificultad técnica pero muy ratonera, de curveo constante y divertidísimo que te deja de nuevo en la pista con una sonrisa de oreja a oreja.
Voy encabezando el grupo pero, en lugar de parar a reagrupar sigo rápidamente hacia el barranc de Tagüenca para colocarme a fotear justo tras fuerte rampa paralela a la pista, con raíz que la cruza, y que le da un puntito divertido. Me inflé a retratar, salieron todos “Los Mataos” muy guapos y con buena pose, los tengo muy enseñados, lástima de umbría que lo oscureció todo, la próxima vez me llevo un foco. Álvaro evitó la raíz, pasó lejos y sin posar, le falta práctica, la próxima vez se colocará mejor y acabará con un book de fotazas de póster.

Ya en Tagüenca decidimos realizar la tradicional subida por el barranc del Canalic, tan chula como siempre, me encanta, es muy bonita y tiene un par de puntos de apretar los dientes. Casi los rompemos de tanto apretar en desvío de Álvaro para evitar la carretera que es duro, duro pero ciclable a nada que tengas un poquito de suerte y habilidad, que a mí me faltó puesto que golpeé una piedra en el momento menos oportuno, pero logré volver a subir rápidamente y finalizar la rampa. Julio tuvo más suerte y lo hizo del tirón, nunca le reconoceré la habilidad, como padre al que el hijo ya supera. Le dejamos contar un par de sus chistes para reconocerle el mérito pero le tuvimos que cortar en cuanto se vino arriba y comenzó con su Club de la Comedia particular.
El resto fue llegando poco a poco, a Rafa le estaba pasando factura el esfuerzo, mucho sube y baja, con rampas duras y a un ritmo poco acostumbrado para él, lo hacíamos por su bien, pensando en su conill espatarrat. Ya lo decían nuestras madres, si no pica no cura.
Y venía el descenso al barranc del Lobo pero, en lugar de hacerlo por el DH, Álvaro nos lleva por una bajada desconocida por nosotros y que empieza justo a la derecha de abandonar el asfalto, es divertidísima, curveo constante en senda bastante cerrada y cuya única dificultad es no equivocarte de trazada puesto que hay una variante normal y otra para bestias, con saltos gordos a los que vale más no acercarse, a uno me asomé y me dio vértigo.
Bajamos tranquilos y con varios reagrupamientos para que nadie equivocara la trazada buena y tuviera que echar mano del paracaídas o del traumatólogo. Agustín pide destornillador en uno de ellos pero cuando todos estábamos mirando la medida que le podría venir a su cabeza, resulta que aprieta la maneta del cambio trasera, que llevaba suelta. Por si las moscas seguimos mirando qué llave le puede venir bien a su azotea.
La bajada fue fantástica, nos encantó a todos, es completa tiene muchos tramos distintos, de curveo, algún escalón, tramos sueltos….muy probablemente dejemos de hacer el DH para siempre, salvo escapadilla endurera por mi parte, claro está.
Tras un descenso de 1.5 kms nos unimos a la parte baja del trazado del DH, por el que remontamos buena parte por senda chula hasta desvío a la derecha, justo por donde hace unos años envié a Antonio y Pincho pero en sentido contrario, para ahorrarse el DH. Se trata de nuevo repecho y bajada posterior que nos vuelve a dejar en el barranc de Tagüenca, donde ya iniciamos el regreso a Ibi, por la rambla de l’Arca, superando la zona de llegada a la Casa Tápena y entrando en terreno desconocido por nosotros.
Y es que la rambla es mucho más larga del tramo conocido por nosotros y se interna por senda entre árboles muy divertida que soltamos tras un buen rampón que liquida a más de uno.

A partir de ahí, Álvaro nos fue llevando de regreso a Ibi enlanzando tramos de senda y pista muy divertidos, finalizando con un tramo brutal, de meter plato, bajar piñones y lanzarte a muerte curveando y esquivando pinos. Los reagrupamientos que fuimos haciendo se convirtieron en una explosión de risas, con nuestros brazos llenos de arañazos y latigazos de apurar las curvas.
Un triunfo total en cuyo último tramo me insistió Álvaro en pasar adelante, pisé a fondo el acelerador y tiré rápido sin conocer el terreno, estando a punto de hacer un fuera de pista en una curva de izquierdas a la que entre cruzado y con la pierna izquierda suelta por si había que echar mano de ella. Afortunadamente no hizo falta, saliendo a la carretera por rampa en la que me hinché a hacer fotos; Álvaro ya salió mirando a la cámara, tiene una buena carrera de modelo ciclista por delante.
Ya solo quedaba un tranquilo regreso a Ibi por pista y escaso tramo de barranco donde se nos unió un joven biker principiante que había probado suelo en la rampa de entrada al mismo y con el fuimos charlando tranquilamente. La satisfacción era general, todos estaban entusiasmados con la ruta que, sin duda repetiremos.
Hasta el “Mortimer” Rafa esbozaba una sonrisa entre las escasas fuerzas que le quedaban, pensando solo en echar el resto para sacar su archiconocida foto del bocata, un serranito que se zampó en un abrir y cerrar de ojos. Para la semana que viene llegará hecho un toro y le tendrán que poner dos conills para quedar saciado, por si no puede con ellos le acompañaré, que igual necesita ayuda.
Solo queda felicitar y dar las gracias a Álvaro, por esta fantástica mañana de MTB que hizo pasar a “Los Mataos”, que le debemos otra ruta de las buenas, a ver si cuando volvamos a Alcoy, que le coge cerca. Lo mejor de todo, es que quiere organizarnos otra para la primavera, frotándonos las manos estamos todos.




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