21/11/16

Benidorm endureta

Com es costum.... copie la crónica de Carlos. Fantastic matí per Benidorm amb bons amics i amics nous.

Cómo pasa el tiempo, ocho meses hacía ya desde la última vez que pude cuadrar agendas con Dani para volver a hacerle un visita y compartir ruta con sus compañeros. No pudo ser este verano y terminamos fijando fecha hace algo más de un mes que se ha hecho eterno….así eran las ganas de volver !!!
Y valió la pena, cómo no, como siempre, no podía ser de otra manera, no solo por la ruta, divertidísima y disfrutona de verdad, hacía tiempo que no entraba en ese éxtasis endurero que te hace reír como un loco en las bajadas, ni ganas tenía de coger la cámara y hacer fotos, sino de seguir, seguir, seguir….
Y por los compañeros, lo mejorcito de cada sitio, tres ilicitanos, Julio, mi primo, con el que hacía unos tres años que no rodaba, y yo. Cinco alcoyanos, bueno cuatro y medio, porque a la alicantina ya la tienen adoptada, de momento su bici ya no quiere volver al Postiguet, prefiere quedarse en el Preventori, buena elección.
Rafa, el de Bocairent, un bendito al que meto en cada lío….para luego “vengarse” organizándome rutones inolvidables, no le sale la maldad ni cuando quiere serlo. Al final la florista se quedó con las ganas de vender la corona de flores, hoy aguantó bien el tipo…tane.
Y el equipo local, capitaneado por Dani, un amigo siempre dispuesto a lo que haga falta, a montarte una ruta en un abrir y cerrar de ojos con el fin de poder disfrutar de una fantástica mañana. Y qué decir de sus compañeros, gran alegría me dio volver a ver a Alfonso, qué gran tipo, la segunda vez que nos veíamos y parece que nos conozcamos desde siempre, cómo disfruta de la bici, casi tanto como de charlar con los amigos al fresquito de una cerveza, se le ve en los ojos.
Un gran placer conocer al resto de la tropa local, Andrés, una gran sorpresa, bajé la trialera de Martins detrás de él y daba gusto verlo, suelto y explicándote por dónde había que coger los pasos, yo pensando que era un veterano curtido en mil batallas y resulta que solo lleva un año con la bici…..un año en La Nucía es molto longo, como dirían en la capital !!! En Elche hacen falta cinco para aprender lo mismo…
Rubén, el endurero motorizado, la primera vez que salía con un biker con eléctrica, el día que acabe de coger confianza en los pasos más técnicos no habrá quien lo pare. Y Juan, qué máquina el tio, un colinero con una Stumpjumper de 27’5+ que volaba sobre la bici, literalmente….vean las fotos y lo comprobarán, de tan altos vuelos es que le corté el casco al tratar de inmortalizar el momento.
Total, una tropa de catorce bikers con ganas de disfrutar de una ruta que prometía diversión y la dio a raudales.
Tras los cafeses iniciales, comenzamos a las ocho y cuarto desde el Gambrinus de La Nucía, toda una declaración de intenciones, aquello ya prometía desde el inicio. Y comenzamos hacía arriba, cómo no, tratando de acumular rápidamente los metros para poder bajarlos más rápidamente todavía.
Siete kilómetros de subida al Mas de la Monja por una pista bastante llevadera y cómoda. Subimos tranquilos y en una hora estábamos arriba, las sonrisas nerviosas comenzaban a asomar, no puede ser que ya hayamos hecho toda la subida del día y que solo nos quede bajar….
Y así es, porque, salvo algún repecho suelto y un kilómetro para subir a la Sierra Cortina, toda la ascensión estaba hecha, todos relamiéndonos hacia lo que se nos venía encima.

Protes “on” y comenzamos una corta y sencilla bajada, probándonos todos un poco y comparando los niveles de cada uno para poder ordenarnos adecuadamente en las bajadas y hacerlas todos a nuestro ritmo.
Bajada corta, también el repecho posterior y primera trialera con nombre, los Bonsáis, que alguna vez me tendrán que explicar el origen de su nombre, no dejaba de mirar a los lados esperando ver al señor Miyagi podando un arbolito y puliendo cera, porque para darla ya estaban Dani y Juan, a los que ni se los veía.
La trialera es cortita pero disfrutona, me gustó mucho su inicio, con un par de pasos con piedras, de esos que me ponen burrote, que fui aprovechando para ir adelantando alguna posición hasta que coges un escalón final y aquello coge una pendiente muy fuerte en terreno muy suelto, con un par de curvas encadenadas, la primera a la izquierda, donde pegué una buena cruzada que me hizo soltar un “yija” que sonó todo el monte. Divertidísimo.
Alcancé a Andrés ya al final, en el repechón final de la trialera, corta pero muy chula. Me encontraba muy bien, el terreno estaba fenomenal.
Reagrupamos arriba, empezando a ver esas sonrisillas nerviosas de la gente que ha dado el primer bocado y solo quiere más….nos íbamos a hinchar. El que llevaba la sonrisa más nerviosa era Rafa, que había cambiado la pastilla trasera esa misma semana, no la había probado y se había dado cuenta rápidamente que la bici no frenaba….cagonlamar, la gente ya no sabe qué hacer para correr más.
Seguimos sendeando y nos dirigimos hacia la bajada de Martins, dirigidos ahora por Andrés. Una vez en la entrada, dejamos a Chemari coger un poquito de ventaja para echarnos unas fotos, tiempo aprovechado por nosotros para repeinarnos, sacarle brillo a las protes, estirarnos la ropa….o soltar lastre ¿No, Berto?
Muchas veces había escuchado lo de cagarse de miedo, pero de la emoción….en fin, supongo que como los alcoyanos no tienen miedo alguno, se han de inventar alguna otra excusa para hacerlo. Ande yo caliente, cáguese la gente….
Pues la Martins fue espectacular, un trialerón de los buenos, aquí ya me había colocado sigilosamente en cuarta posición del grupo, tras Andrés, que hizo toda la bajada indicándome por dónde pasar en los lugares más delicados. La senda está muy chula, salpicada por varios pasos de piedra guapísimos. La disfrutamos todos un montón, al salir las sonrisas ya no eran nerviosas, nos llenaban las caras.
Seguimos bajando un poco y, en cuanto tocamos asfalto, nos metimos a la izquierda por una senda preciosa, muy, muy verde, con poca pendiente pero muy chula, con varios pasitos guapos, de esos que tanto disfrutamos los barranqueros ilicitanos. Es muy corta, es tremenda. Me encantó.
Y a por el plato fuerte del día, la Superenduro, hacia la Sierra Cortina nos dirigimos desde el lado contrario al que fuimos este verano, llegando por un poquito de asfalto a la afamada subida a la sierra, que hicimos en un tris con tal de hacernos la consabida foto en la cima, con Benidorm y el mar al fondo. La vista es fantástica.
Tuvimos que crestear la sierra por la derecha durante un poquito, saludando a la entrada a la Mil Escalones por el camino, con el deseo de volver a verla en un futuro próximo, para un poquito más adelante, girar a la derecha y coger la Superenduro desde un punto que no conocía.
Aquí ya me pongo en tercera posición, tras los galgos, que se lanzan a todo meter hacía abajo, este primer tramo es de flow total, de mucha velocidad, curvas peraltadas y algún que otro pequeño salto que te arranca un grito de lo más hondo, adrenalítica.
Reagrupados tras el primer tramo, seguimos ya por el tramo que cogimos este verano, esta vez me vengo arriba y trato de seguir a Juan y a Dani pero veo que me llevan fuera de mi punto y, tras estar a punto de salirme una vez, me calmo un poco y decido disfrutar a mi ritmo, que la senda lo merece.
Mención especial a la parada intermedia que hicimos para visitar un salto estratosférico que rápidamente comprobamos que nos venía muy grande a casi todos. Julio, en un alarde de los suyos, subió a la rampa de madera, se asomo con su bici imaginaria en la mano pero empezó a sonar un co-co-co-cooooo….que le hizo imitar a Berto pero esta vez por la motivación original, cagaico de miedo estaba.
El que no conoce esa palabra es Juan, que le tiró a saco y pegó un salto tan grande que le corté la cabeza con la cámara, porca miseria….o feliz infortunio, según se quiera mirar, si quiero pegarme un vacile, solo le tengo que cambiar media cara con el Photoshop….lo que puede que también tenga que cambiar es la horquilla, menudo crujido pegó al caer.

Seguimos la senda, bastante plana en su inicio pero con un curveo constante muy divertido, hasta que hacemos curva a la izquierda y salimos a una pista que remontamos durante un corto trayecto para meternos en la, para mí, parte más divertida y técnica.
Y es que dejas la pista para coger senda a la derecha que ya empieza con un terreno lleno de piedras que me encanta. Fenomenal tramo, con un par de pasos un poquito más delicados pero plenamente factibles que nos llevaron a reagrupar en un giro a la izquierda, momento que aproveché para fotear aun a riesgo de mi vida, puesto que a punto estuvo de ser atropellado por algún kamikaze, vean las fotos y hagan apuestas.
Una alegría fue poder disparar a Berto y Jose montados en sus bicis, como Dios manda, y no como en Alcoy, que solo salieron mirando el paisaje. También pasó Esther como una bala por allí, cómo baja la tía !!! Más dubitativa estuvo Lorena en el tramo final…
Y el que venía como un tren era Chemari por detrás, al que le hice una buena foto en la entrada a la zona aquella pero mientras me daba la vuelta para ver si le podía hacer otra por detrás, se oye el famoso “clonk” de la horquilla, el cierre del manillar y el salto mortal adelante, esta vez sin tirabuzones….se levantó como un rayo mientras se escuchaba a su mujer preguntando….¿Te has caído?...y el tio, con dos cojones, le suelta un “no” con una naturalidad que pasmaba….casi me muero de risa, todo lleno de polvo que estaba….como un niño con la cara manchada de chocolate y el bote de Nocilla al lado...
El que esté libre de pecado que tire la primera piedra, aun recuerdo una mía en la Andaluza, en Bellús, con Rafa, en la que perdí un cristal transparente de las gafas en un guantazo sin darme cuenta, yo tratando de disimular hasta que llegó Bri y me señaló el cristal que me faltaba, me toqué las gafas y me eché a reír a carcajadas….así somos !!!
Afortunadamente solo quedó en susto gracias a las protes, con lo que proseguimos, por un par de buenas rampas antes de meternos en el barranco, donde vienen más pasitos técnicos que hacen las delicias de los ilicitanos. Montañas tendremos pocas pero barrancos, madre mía, tenemos barrancos para aburrir y pasos de ese tipo, todos los que queramos !!!
Y de ahí a los dos túneles, el primero de aquellos de mama-caca porque ya no es que esté oscuro, que lo está, y mucho, sino que hace una curva de noventa grados que da mucho yu-yu porque piensas que en cualquier momento te vas a dar de morros contra la pared, casi paro a palpar.
El segundo túnel es facilón porque, aunque bastante largo, ves la salida desde el primer momento, es todo recto. Una vez fuera, salimos del barranco por la izquierda y afrontamos el último tramo de la senda, con escasa pendiente en un principio, con un par de cortas bajadas después, comprobando lo bien que estaba el terreno en cuanto, en uno de esos puntos pude meter la bici para seguir por la izquierda, algo imposible este verano por lo suelto del terreno.
Una vez terminada la trialera, caras de felicidad por doquier y a quitarse las protes, momento aprovechado por Rubén y mi primo para poner pies en polvorosa, puesto que compromisos familiares acechaban…..y supongo que algún rodillo de amasar también.
El resto nos fuimos a cervecear y tapear, aprovechando para sacar a relucir el deseado bocata de Nutella que me zampé en un plis-plas, si bajara tan rápido como engullo el bocata, Dani y Juan temblarían a mi lado. 

En definitiva, fue una gran mañana, compartida con grandes amigos y que terminó con el proyecto de varias rutas más. Una ruta tan divertida que durante más de media olvidé de sacar la cámara y mira que es difícil……muchas gracias, Dani, ojalá podamos seguir rodando juntos durante muchos años, espero que no tardemos mucho en vernos por Aitana.
Un plaer tornar a compartir ruta amb Dani que ja feia 3 anys com a minim que no habiem coincidit, Carlos i Julio uns cracks en bici i sense bici i la resta de companys/es nous.... com si no ho foren.

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