Esmorzar amb la Penya Los Mata2 d'Elx

Fa dos setmanes quan vaig organitzar la ruta per Bellús, Andrés em va convidar a un esmorzar que fa a la seua caseta per a tota la seua penya.... i com Carlos em va insistir... cap allí he anat. Copie i pegue la crònica de Carlos.... prepareu-se per a descollonar-vos.

Dura es la vida del ciclista, nadie nos entiende, somos esos locos que madrugan mucho, pasan calor en verano, frio en invierno y se mojan en primavera y otoño, haciendo del barro su amigo más querido y pesado, se pega a ti y no hay manera de soltarlo.

- Mañana me tengo que levantar a las seis de la mañana para salir en bici, se prevén treinta y tantos grados, un calor de morirse.

-…..el xicot este, està loco…..però ¿Al menys voràs bons paisatges i molt de verd?

- Bueno, sí (mentira piadosa), això diuen.

El xicot este se llama Rafa, es de Bocairent y vive en L’Ollería, un tio acostumbrado a ver montañas, bosques y trialerones de espanto, comparte oficio con Cristobal Colón, ya saben, de oficio descubridor; si lo decía Mariano Ozores en su película habrá que hacerle caso, que tiene un 3,7 en “filmaffinity”.

Pues nada, en un ejercicio de imaginación deslumbrante y sacando las mejores artes de los vendedores de aspiradoras a domicilio, logro convencer a Rafa para que se venga a Elche para compartir una ruta con “Los Mataos”, que si la ruta es por la Serra Llarga, que si es cortita, que te vas a inflar a comer chuletas, que el buen rollo está asegurado……..pues nada, que va el tio y pica…….y Álvaro también, ya se sabe, siempre hay daños colaterales en cualquier contienda, las muertes de los civiles son muy difíciles de evitar…….menos mal que Skull se escapó, le entró el conocimiento a última hora; lo habrá agotado hasta dentro de dos o tres dias, de momento ya está volviendo a colgar vídeos de gatitos en el foro….

Llegamos a las ocho al lugar de partida y, sí, “Los Mataos” habían acudido a la llamada cual escoceses tras los gritos de William Wallace (eso sí, nosotros no enseñamos el culo….bueno, algunos de nosotros), es lo que tiene nuestro grupo, promételes trialeras y se apuntarán cuatro, promételes subidones y se apuntarán otros cuatro, rally a tutiplén, alguno más……..promételes piscina, chuletas, alcohol y te conquistarán el mundo, tendrás una horda enardecida que te prometerá fidelidad y no te abandonará nunca…..bueno, hasta que llegue otro y les ofrezca lo mismo, nos convencen con facilidad.

Pues no llegué a contarlos, alguna foto hablará por mi, pero en la salida había con facilidad cuarenta o cincuenta tios, todos con licras….¿todos?....todos no, un irreductible endurero aguantaba estoicamente con sus pantalones anchos, su camiseta….y sus rodilleras…..lo siento joven, se ha equivocado, la salida de los Calambres es más allá……menos mal que aparecí y comencé a dar explicaciones, ya veía al pobre Álvaro haciendo la ruta doscientos metros por detrás del grupo, desterrado cual Julio Salinas tras el Mundial de EEUU (porca miseria).

Por fin salimos, a ritmo de rallymán, no solemos correr mucho “Los Mataos” pero una buena barbacoa en perspectiva nos sube el EPO, la glucosa, los hidratos de carbono y hasta la líbido. Le comentaba a Rafa que si haríamos esta trialera, que si la otra, que si patatín, que si patatán…..pero dejamos la Serra Llarga y nos vamos a pistear, con un par de subiditas majas para calentar las piernas.

Mi cuñao, otro incauto que se había dejado convencer, con menos forma que una anoréxica en bikini, comienza a flaquear, llevábamos la friolera de cinco o seis kilómetros. Cuñao, no puedo más, me doy la vuelta…..¿Ya?¿Tan pronto?¿Sabes volver?......yo creo que sí……ya os he dicho que es un incauto, le tendré que decir a mi hermana que lo deje un poco tranquilo que me lo tiene agotado, es el bendito efecto de la bici, nos pasamos el dia hablando de ellas, las mujeres se nos ponen celosas y dan el “do de pecho”, bueno, de pechos en este caso.

Seguimos la ruta, alternando pista y carretera, camino de Orito, girando en dirección a la Sierra de Foncalent antes de llegar al asfalto del Santuario….por fin comienza las sendas y las bajadas, esto marcha.

Es curioso el efecto que tiene el Tour de Francia entre las gentes, ven una bici y se ponen a jalear, hacer aspavientos con los brazos, gritar……fue bonito encontrar a un hombre de estas características a la vera de nuestro camino, te das cuenta de lo que siente Contador cuando su nombre es jaleado subiendo el Tourmalet……hasta que pones atención y te das cuenta de que te está insultando y cagándose en tus muertos, resulta que era el dueño del terreno por el que pasábamos y nos animaba “muy amablemente y con educación” a que buscáramos una alternativa a su camino.

Como somos muy educados, nos gusta dialogar……y así son las malditas casualidades…… uno de los nuestros pinchó justo delante de él……¡anda que le gusta jugar poco al maldito azar!…..el caballero tomó como una afrenta personal que paráramos en sus morros y la temperatura de su lenguaje subió unos cuantos grados más, bordeando el punto de ebullición.

Como veíamos que el estallido estaba próximo y nos podía salpicar, muchos de nosotros continuamos por aquel camino, sin duda contribuyendo poco a apaciguar a aquél especimen; el resto, con más conocimiento, cogió la alternativa……el del pinchazo se quedó allí, con aquél tio vociferando en su oreja, nunca vi arreglar un pinchazo y colocar una rueda a esa velocidad, menudo mecánico ha perdido Ferrari, el chico apretó bien la tuerca. En esas que me llama mi cuñado, que una hora después seguía perdido en la sierra.

El grupo se vuelve unir más adelante, al comienzo de “las Crestas”, casi en la Sierra de Fontcalent, se trata de una senda entretenida que, como su original nombre indica (“Los Mataos” gastamos el tiempo en almorzar, no en pensar) crestea una colina que hay por allí. Es sencilla pero se cobra una víctima sin consecuencias más serias que un tatuaje de plato grande en pantorrilla derecha, tanto nos gusta la bici que nos la tatuamos, tanta es la crisis que lo hacemos por partes, la próxima caída para el tatuaje del manillar, otra del disco, poco a poco…

Seguimos sendeando y tras una bajadita tenemos una aparición “Mariana”, saben ustedes que se trata de toda visión de la Virgen María, bueno y quien dice de la Virgen, puede referirse a una furgonenta que, literalmente, se encontraba en medio del monte repleta de bebidas refrescantes y patatas fritas.

Os juro que me tomé la temperatura y me restregué los ojos, sabía que iba cansado y que no tenía mucha agua en la mochila pero muy mal tenía que estar para sufrir un espejismo de esa índole…….ahora sé lo que sienten aquellos que tras una noche repleta de alcohol se acuestán con la más bonita de la discoteca para descubrir la terrible y vergonzosa realidad al día siguiente…..no puede ser, contigo no bicho.

Y, claro, no era un espejismo, por increible que pareciera, ahí estaba. Fue un derroche de imaginación y logística de “Los Mataos”, del organizador principalmente, Andrés, elevado a los altares máximos de nuestro grupo desde hoy. Ya hemos comentado antes que utilizamos mínimamente nuestras neuronas para poner un nombre a una senda pero para almorzar, ja, eso son palabras mayores, ahí no nos gana nadie.

Buena muestra de nuestra idiosincrasia fue comprobar que el cubo de basura (de eso grandes y negros del colegio) estaba repleto de hielo, agua y mogollón de litros de cerveza…..ah, casi lo olvido, también había litros de Coca-cola, dos para ser exactos. Ya saben, idiosincrasia.

Retomamos la ruta con energia renovada, la cerveza es un buen reconstituyente, y la moral por los aires, tanto que dos compañeros la bajaron rápidamente, quizá demasiado para su gusto, de un porrazo sin consecuencias que pasará a la posteridad gracias a la cortesía de Manolo, el reportero más rápido al oeste del Vinalopó, que huele la sangre antes que el tiburón blanco australiano.

Os contaré una impresión mia, creo que estudia las rutas en busca de esos lugares “desgraciados” donde algún incauto puede imitar al Papa y besar el suelo. Siempre se adelanta al percance, es imposible escaparse, allí está, cámara en mano, otro gran fichaje perdido, esta vez por “Diez Minutos”, ¡De la que se ha librado Belén Esteban!.

Comenzamos la vuelta, bordenado el Rebolledo y dirigiéndonos, por fin, a la Serra Llarga y sus confines, retomando el camino de las sendas (menuda contradicción de frase) ya que Andrés se saca otro conejo de la chistera, una trialerilla desconocida por el grupo pero muy chula y larga.

Álvaro, otro con gran perfil de vendedor de aspiradoras a domicilio, había convencido a un amiguete que encontró en el grupo para cambiar un rato su B-Pro rígida por una toda una Jekyll (qué bonita es la jodía). El tio ya se conocía la senda, tanto, que en una curva derrapa de atrás y acaba en el suelo; me dice que cada uno se sienta cuándo y como quiere, quedé poco convencido.

De ahí retomamos rápidamente el camino a la meta, cruelmente a la sombra de la “Destroyer”, trialera con una pendiente de la muelllllte, qué bonita es y qué ganas le tengo, la saludé, le envié dos besitos y le prometí visitarla alguna vez para revolcarme con ella, espero que no tome mi promesa en sentido literal.

Y llegamos a la meta, animados por el jamón, las chuletas y bebidas a go-go…..bueno, he de reconocer que la piscina también animó un poco, casi hay tortas por tirarse. Después de más de tres horas de bici y treinta y cinco kilómetros de sol incansable, un bañito sienta de maravilla.

Así lo entienden también Rafa, Álvaro y Roberto, un amiguete de Orihuela que se tenía que ir rápidamente a casa de su suegra pero que no protestó mucho cuando le insistimos en el chapuzón. Me parece que su suegra protestó bastante más y se lo merendó cuando llegó a casa, pobre hombre, era buena gente. También me escapé yo, cuando vi que el coche de mi cuñado no estaba, había llegado a la casa y los buitres se habían quedado sin almuerzo.

Fue una verdadera lástima que Rafa tuviera que trabajar a las dos de la tarde y tuviera que irse antes de la una, se bañó, bebió algo pero apenas le dio tiempo de comer, algún pedacito de carne y, eso sí, ayudó a acorralar al jamón, que desapareció más rápido que Paquirrín a la puerta de un puti-club.

Y, claro, si no estaba él ¿Quién tenía que comerse su ración de todo? Pues nada, Álvaro y yo, sacrificados que somos, atacamos cual lobos a los corderos, esta vez asados.

La comida fue muy animada y la conversación muy variada, se habló de bicis, de tias buenas, de bicis, de lo gays que son algunos, de bicis, de las tonterías de otro, de bicis……ya se sabe, “Los Mataos” nos centramos en comer y almorzar, para imaginar….mastercard.

Tras la comilona, llegó la sesión de chistes y risas, que fueron muchas y muy buenas, la sesión fue amenizada por amigo de Álvaro cuyo nombre no recuerdo pero sí su repertorio, digno del “Club de la Comedia”, programa en el que diversos cómicos cuentan sus monólogos; pues nada, este tio es capaz de hacer el programa él solo. Qué jartá de reir.

Pero todo lo bueno termina más pronto de lo que uno desea……como le dice un eyaculador precoz a su mujer tras una noche de corto desenfreno para él y de larga desilusión para ella. A las cuatro y pico de la tarde plegamos velas, llevo a Álvaro a su casa de Matola (a 34 grados era un acto de caridad cristiana), vengo a casa y me pongo a escribir una crónica, buscando inspiración de la buena, dejemos a Pocholo con la suya.

Lo siento Rafa, reconozco que te engañé, eran tantas las ganas de volver a compartir ruta contigo, y la insistencia de Andrés en que te convenciera, que te prometí una ruta por la Serra Llarga, cortita, que te ibas a inflar a chuletas y que el buen rollo estaba asegurado, solo cumplí en el último punto, espero que sea suficiente.

Topabajooooooo !!!

Un molt bon dia, ruta fàcil amb bona companyia i bon esmorzar amb escabussó. Gràcies a Andrés i Carlos pr deixar-me compartir el matí amb la seua penya. El perfil de la ruta.