19/6/17

Riu les Corces2. Morella Singletrack

Com es habitual..... la crónica de Carlos es tan bona que et fa reviure la ruta. Així que copie i pegue.

Al igual que todo el mundo tiene una lista con los deseos a realizar antes de conocer si visitará al perro de las tres cabezas o al señor de la barba blanca, los bikers tenemos la nuestra, llena de rutas y lugares que anhelamos visitar.
Afortunadamente, es una lista interminable y creciente, por cada nombre que logras tachar aparecen dos más, como los supervillanos en las películas de Marvel. Es lo que mantiene vivo nuestro espíritu, pobre de aquel cuyo listado comience a menguar o, mucho peor, quede finiquitado, sus días sobre la bici se limitarán a ser la excusa para enfrentarse a un almuerzo tras otro rodeado de amigos, qué fatal penitencia, qué crueldad…
Mi lista está encabezada por Aínsa, también está Fredes, La Vall de la Gallinera y un sinfín de trialeras con nombre que será difícil de visitar en esta vida y en la otra, al ritmo que va colgando vídeos el Chamo en Ruedasgordas….eso sin contar con aquellos destinos lejanos, casi imposibles pero no menos soñados como Utah, Whistler, Nueva Zelanda…...
Pues ayer taché un destino de la lista, uno que llevaba unos dos años royéndome las entrañas, semana tras semana, conforme iba viendo las continuas fotos compartidas por Pablo y Alberto de su querida Morella.
Morella Singletracks es un precioso proyecto nacido de la mente de estos dos bikers locos pero rebosantes de ganas de compartir ese tesoro natural que se encuentra rodeando sus murallas, hace dos años lo vi por primera vez por Facebook, hace dos años quedé condenado a ir…
Fue muy bonito conocer a Alberto en visita a territorio rotero, hace más de un año….me resultó una gran sorpresa reconocerle por las fotos que comparten por la red. Le comenté mi anhelo por visitarle y se ofreció inmediatamente a acompañarnos….yo se lo agradecí cambiándole el nombre durante todo el día….soy un ingrato por desconocimiento.
Por supuesto, traté de convencer a mis compañeros para que vinieran cuanto antes, pero no fue posible, estaba lejos y no se fiaban, tengo fama de liante, no puedo imaginar cómo han podido llegar a esa conclusión……y al fin llegó Rafa, otro loco biker de listado inagotable, que dio el empujón definitivo tras Enduroland. No teme mi fama de liante, yo soy un novato a su lado, que menudas emboscadas nos organiza cada vez que lo visitamos….y nosotros seguimos yendo, a ver si algún día se le pasa…o mejor que no.
Una vez teníamos planificado el destino, faltaba convencer a más gente y organizar logística, puesto que había que hacer más de 725 kms entre ida y vuelta, con unas ocho horas de trayecto. Tratamos de hacer noche en Morella pero no fue posible, mejor hacer todos un pequeño sacrificio que dejar a nadie atrás, cual marine en combate. Nuestro pelotón estaría formado por Luís, Andrés, Diego y yo desde Elche, al que se sumaría Rafa en l’Olleria.
Total, que a las 4:30 suena el despertador para salir a las 5:30, recoger a Rafa a las 6:30 y plantarnos en Morella poco antes de las 9:30, listos para partir. Tuvimos el enorme privilegio de contar con Alberto y Pablo, los organizadores de Morella Singletracks, y conocer a Marilén, Sergio y Jose, que se sumó al grupo al poco de empezar. Mejor compañía no se podía tener.
Una vez conocida nuestra disponibilidad de tiempo, y con la ola de calor que nos venía encima, los locales habían resuelto realizar ruta por el sector “Riu de les Corces”, en concreto la ruta “Cabeza”, a la que añadieron un par de sendas de propina, para que quedáramos totalmente saciados, acertaron de pleno.
Para ahorrarnos la subida inicial por asfalto, dejamos los coches en las inmediaciones de la Font de Vinatxos, comenzando el día con un brevísimo pedaleo que nos dejó a la entrada del Toptrack “Mundo Perdido”….eso es empezar bien, sí señor, comenzamos bajando desde el principio. Se adelanta Pablo para hacer fotos, qué organizado lo tienen todo !!!

La senda no tiene más complicación técnica que la de evitar comerte un pino en función de la velocidad que le quieras dar, una senda preciosa, muy cerrada, de mucha umbría, donde mejor no llevar gafas de sol muy oscuras y que nos quita el cansancio del madrugón inmediatamente….yijaaaaa !!!
Salimos a pista que vamos remontando hasta enlazar con un corto tramo de asfalto que abandonamos a la derecha por un nuevo Toptrak, “Cespecillo”, también muy divertido, más abierto y con más piedra, que abandonamos para visitar la casa y torre de Amador, donde unas enormes y amables vacas salen a saludarnos.

Seguimos por la “Lover”, otro sendero rápido y tupido, siempre entre las sombras del bosque, hasta que llegamos a un pequeño claro en el que decidimos tomar algo, sacamos los bocatas y a comentar las jugadas del día, lo estamos pasando fenomenal, se intuye un día muy caluroso pero nuestro guías lo están evitando con mucha efectividad, qué acierto de recorrido !!!

Seguimos el festival de sendas, siempre fantásticas, esta vez encaminándonos al Toptrack “Arrufat”, donde tenemos el disgusto del día, tropezando Luís con un tocón de árbol escondido en la maleza, sale por los aires y se da un buen golpe cuya peor parte se lleva la mano izquierda que, en su caso, es la del freno trasero, al tener las manetas cambiadas. Pudo seguir el resto de la ruta pero esa sonrisa eterna dejó de brillar por algún rato, todos nos apagamos un poquito a partir de entonces.
Antes de entrar en “Gamundi”, nos paran los organizadores para preguntarnos si queremos dar un toquecito más técnico a la ruta, solo hay que desviarse quince o veinte minutos…..espero que no haga falta decirles cuál fue nuestra unánime respuesta, ofendido quedaría.
Corto remonte hasta llegar al punto en cuestión, paramos a mirarlo, se ve factible aunque lo más complicado es encarar la entrada, puesto que vienes de una cerrada curva de derechas y hay que girar muy rápidamente a la izquierda para entrar bien, si no, a comer setos….
Comienza el desfile de locales, Alberto dando espectáculo levantando rueda trasera, pasa Sergio…..Andrés lo intenta pero no consigue más que un par de cortos brincos con la rueda que resultan insuficientes… lo intento yo sin saltos pero no logro girar lo suficiente y, mientras subo a hacer otra intentona, se tira Marilén y lo baja con una facilidad pasmosa….
Dejo pasar un tiempo prudencial para evitar odiosas comparaciones en mi contra y cambio de estrategia, tomando nota de las indicaciones de Sergio, cortando la curva de derechas mediante escalón para encarar mucho más recto el tramo complicado. Así logré encarar bien, pasar el escalón, girar a la derecha y seguir hacia abajo, pasando un segundo escalón por donde no era, según creí entender a Alberto, en fin, me habría pasado la trazada natural pero no vi dificultad en hacerlo a mi manera je,je,je.

Una vez abajo, vuelvo para ver asombrado que Diego, una vez le ayudan a encarar la bici, hace el primer escalón y a punto está de llegar al final, no lo hizo porque había dos trazadas y tiro por medio, supongo que dudando por cual tirar….es un asombro verlo bajar con su rígida con ruedas de rally a la velocidad con que lo hace y con la solvencia que tiene, tiene un mérito superlativo. Un paquete soy a su lado.
Volvemos a salir a la ruta inicial, camino de “Gamundi”, nuevo sendero cerrado entre bosques, rápido, que nos lleva a atravesar el Riu de les Corces junto a un molino abandonado. Hacemos una corta parada que aprovecho para ir sacando fotos, mientras los más osados se tiran al agua a mojarse los pies y empapar a todo aquel que ose pasar.
Los bikers que fueron llegando lo tuvieron medio fácil, en bici se pasa rápido, pero yo había quedado sin montura, esperándome en la otra orilla, por lo que enfrenté mi destino con valentía, cual Paul Newman y Robert Redford en “Dos Hombres y un Destino”, Kevin Costner al inicio de “Bailando con Lobos” o Macaulay Culkin en “Solo en Casa”, abrí mis brazos y pasé caminando, recibiendo unas andanadas de agua que me mojaron hasta la campanilla…..casualmente me falló la cámara cada vez que unos de los tres culpables pasó ante mi durante el resto de la ruta, qué fatal coincidencia.

El único problema que tiene Morella es que, al estar en alto, siempre terminas subiendo, por lo que afrontamos la vuelta por una senda estrecha y bastante empinada que nos dejó en la Font de la Donzella, con apenas un hilito de agua que permitió coger aire y llenar algún Camel, el calor empezaba a hacer mella.
Mucho más tras dejar la fuente atrás, puesto que los porcentajes comenzaron a subir y el terreno a ponerse peor, estábamos en el Toptrack “Barrica”, donde un par de pasos se hacen complicados de ciclar y el calor estaba dando ya muy fuerte.
Afortunadamente, una vez arriba nos indican que viene una nueva bajada, la mejor del día, bastante larga, con algún salto, curvas cerradas pero asequibles y muy rápida, es la “Red Hot”, que cae a la solana y cuyo nombre le venía hoy que ni pintado.
Bajo fenomenal siguiendo a Sergio y, tras pasar una puerta y una curva a la izquierda, me paro con la boca abierta, aparece Morella al fondo, allá en lo alto, qué pueblo más bonito, parece sacado de una película de fantasía, muy orgullosos deben estar los morellanos de tenerlo así.

Tras espantar un par de moscas al cerrar la boca, seguimos bajando hasta una valla que se encuentra cerrada y que los locales deciden pasar, parece que el dueño es un poco gruñón pero facilón con un par de vinos en el cuerpo. Nos dicen que no pasa nada pero hablan de uno al que mordieron unos perros, hay un cartel avisando del peligro de abejas…..por si las moscas, habíamos decidido dejar a Luís atrás en caso de ataque, es cruel pero así es la naturaleza, cae primero el más débil, en este caso el lesionado.
Afortunadamente no hubo necesidad, no encontramos a nadie y alcanzamos la nacional tras una buena rampa cementada, pasando al otro lado para llegar a Morella junto als Arcs de la Pedrera, un acueducto que visitaremos en próxima ocasión.
Una vez en el pueblo, buscamos rápidamente un bar para reponer líquidos y comer, cerveza de supervivencia (jarra kilométrica) y tercios de Morella Singletracks, acompañados de pierna de ternasco para Rafa, cuya cara de felicidad era directamente proporcional a la envidia de las nuestras, y eso que lo nuestro también estaba bueno….a destacar las croquetas morellanas, riquísimas.

Fue muy de agradecer la compañía de Alberto, Marilén, Pablo y Javi, hermano del primero, que decidió apuntarse demasiado pronto y ya estaba un poco “emborronado” cuando llegamos al bar. Tras comer estupendamente, visitamos tienda de productos típicos de Morella, cargando con quesos, miel y, cómo no, cerveza “Morella Singletracks”, cuyas existencias finalizamos. Habrá que avisar con tiempo cuando volvamos para que acumulen mercancía.

De ahí a los coches, donde llegaron los agradecimientos y la triste despedida, esperando volver pronto, a ser posible haciendo noche para facilitar la tarea. Fueron ocho horas de coche y más de 725 kms en un día, nos tacharán de lunáticos, de ser una locura pero ¿Saben qué? La verdadera locura hubiera sido no hacerlo.

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